Oro 14k

El oro de 14 kilates (14K) contiene alrededor del 58.3% de oro puro.
Este equilibrio entre pureza y durabilidad lo convierte en una opción popular para una amplia gama de joyas
Tiene un color más rico y cálido que el oro de 10K
Estética atractiva y elegante
Durabilidad es suficiente para resistir el desgaste diario
Ideal para anillos de compromiso, pulseras y collares
Tradicionalmente en México se han usado en joyería dos tipos de oro, el de 18k y el de 14k, denominados respectivamente oro de primera y de segunda ley. El oro de 18k y el de 14k se emplean ampliamente en joyería.
Oro amarillo:
Es el oro clásico, atemporal.
El oro se alea con una mezcla de plata y cobre, generalmente a partes iguales, pero no siempre.
Si se aumenta la cantidad de plata, se conseguirá un oro más pálido.
Si se aumenta la de cobre, más rosado.
Oro rosa y rojo:
Una opción muy bonita, y muy de moda en los últimos años.
El oro se alea con plata y cobre, pero aumentando la proporción de cobre.
Cuanto más se aumente la proporción, más intenso será el color rosado, hasta llegar al llamado oro rojo, que sólo lleva oro y cobre.
El color del oro rojo, sin embargo, no es rojo, sino un rosa un poco más intenso.
Oro blanco:
Es seguramente el oro que más confusión genera, porque sus aleaciones son muy variadas.
Todas ellas usan metales de color blanco (paladio, platino, plata, níquel…), en proporciones variables.
Según los metales usados, el resultado final será ligeramente diferente en cuanto a dureza, blancura y precio.
Generalmente cada joyero tiene su “receta” de oro blanco, y no siempre la revelan.
Por ejemplo, el oro blanco aleado exclusivamente con paladio es muy blanco, pero también muy duro (difícil de trabajar para el joyero), y bastante más caro que otras aleaciones.
En general, el oro blanco (en especial el de 18k) siempre va a tener una tonalidad ligeramente amarillenta, debido a que la mayor parte de su composición es, precisamente, oro. Para conseguir un tono blanco puro, lo habitual es bañar la pieza terminada en rodio, un metal muy blanco.
Esto da un acabado muy blanco y muy brillante, pero con el tiempo se desgasta y debe volver a bañarse.
Si se trata de piezas con poco roce, como pendientes, pueden pasar muchísimos años hasta que se desgaste el rodio.
Pero en joyas como las alianzas, que sufren roce constante, el rodio se perderá en cuestión de meses.
Otros tipos de oro:
En el mercado gran variedad de aleaciones de oro menos comunes, como por ejemplo el oro verde (aleado sólo con plata), o el oro negro (con cobalto). Estos colores son sutiles, en ningún caso verdaderamente verde o negro.
Rodio negro:
A una pieza de oro de cualquier color y pureza se le puede dar un baño de “rodio negro”.
A menudo esto se confunde con “oro negro”. Pero ni es oro, ni es rodio.
El rodio natural es siempre de color banco, pero se le añaden tintas negras para que adquiera este color característico, y se denomina “rodio negro”.
Oro Vermeil
No es en realidad oro, sino plata de ley chapada en oro.
Para poder denominarse Vermeil el chapado debe ser de al menos 2,5 micras y puede ser de cualquier color y kilataje, pero se debe especificar.